¿Qué es?
El alcohol isopropílico es un disolvente de alta volatilidad cuya aplicación principal es la limpieza de dispositivos electrónicos sin dañar los mismos ni dejar residuos luego de su aplicación. Es un disolvente muy recomendado para grasas, aceites y manchas sobre productos que requieran especial atención al momento de ser manipulados.
Usos y beneficios
Su aplicación principal es la de disolvente. Es una opción menos tóxica frente a otros productos con este gran poder de disolución.
Podemos aplicar el alcohol isopropílico mediante un paño de microfibra y lo aplicamos al componente que queramos limpiar. La microfibra es ideal para limpiezas delicadas ya que no suele soltar residuos además de permitirnos una limpieza más cómoda.
Para limpieza en más detalle también podemos impregnar la punta de un hisopo o bien utilizar una brocha o un pincel para limpiar sitios de difícil acceso.
La rápida evaporación lo convierte en un agente de limpieza ideal para componentes informáticos, ópticos y magnéticos. Al limpiar con alcohol isopropílico, se impide el deterioro de los componentes y proporciona una limpieza libre de rastros.
