¿Qué es?
El amonio cuaternario es uno de los compuestos más utilizados en la desinfección de laboratorios y centros médicos, así como en la limpieza del hogar.
Las propiedades del amonio cuaternario son antimicrobianas, fungicidas, bactericidas y viricidas al mismo tiempo. El amonio cuaternario actúa en contacto directo con el virus y es activo frente a bacterias, hongos, algas y levaduras. No enmascara olores, sino que destruye efectivamente los organismos responsables de esos olores a la vez que inactiva el proceso de putrefacción.
Los ingredientes activos del amonio cuaternario generalmente se consideran menos tóxicos que el cloro y los fenólicos, menos dañinos para el medioambiente y la salud humana que otros desinfectantes de uso habitual.
Es un agente desinfectante bacteriostático catiónico de gran espectro en bacterias y microorganismos que encuentra su aplicación, donde se requiera alta actividad germicida, estabilidad, sin irritar y bajo costo.
Usos y beneficios
Un punto clave para entender en qué consiste la desinfección con amonio cuaternario, es la habilidad de las moléculas de amonio para sobrevivir al proceso de remoción de patógenos. Esto significa que es posible eliminar un número mayor de microorganismos utilizando cantidades menores de solución desinfectante, lo que evidencia su eficacia.
Limpia, desinfecta y neutraliza los malos olores en todos los usos. Se utiliza pulverizándolo o diluido en un balde como limpiador, desinfectante y desodorante de pisos. Para eliminar olores debe aplicarse puro sobre la superficie a limpiar.
Es fácil de dosificar, no es volátil y su poder santificante no se ve afectado con las altas y bajas de temperaturas.
Otro beneficio del amonio cuaternario es que ha demostrado ser capaz de erradicar patógenos virales emergentes como el SARS-CoV-2. Esto lo convierte en uno de los mejores desinfectantes para la limpieza del hogar, ya que cubre la sanitización de pisos, paredes, ventanas, puertas, sillas, escritorios, cubículos, artículos de oficina, baños y otras superficies.
