La lactosa en polvo se usa ampliamente en la industria alimentaria para mejorar y dar más textura a los rellenos o a los platos cocinados. Es un polvo fino de color blanco/amarillo y soluble en agua.
Se utiliza principalmente en los productos horneados, las mezclas secas, los postres congelados, las salsas emulsionadas, los productos de confitería, y las bebidas.